La realización de este proyecto permitió disminuir la vulnerabilidad del sistema eléctrico uruguayo y diversificar las fuentes primarias de las que se depende, además de que se puede exportar energía proveniente de parques eólicos instalados en el país, reduciendo la dependencia respecto a los precios del petróleo.
En caso de ser necesario, permite obtener energía a precios menores que los obtenidos en el país mediante la generación con derivados del petróleo y comparables a los que se tendrían en caso de disponer de gas natural.
Además de los beneficios de suministro que implican una mayor fiabilidad tanto a nivel nacional como en las redes fronterizas las interconexiones eléctricas binacionales implican mejoras al nivel técnico ya que se logra una mayor estabilidad de frecuencias y tensiones debidas a su específico sistema de control al aumento de la inercia y de la potencia de cortocircuito al interconectar ambos sistemas.
Se logran ahorros significativos en la explotación ya que se reducen las pérdidas, se requieren menores reservas de operación y la producción de energía se podrá realizar en la central de menor costo.
También se logra un mejor aprovechamiento de los excedentes ya que se puede producir en diferentes períodos ajustándose la producción a la demanda.
En el largo plazo las interconexiones determinan menores necesidades de potencia instalada y permite el desarrollo de proyectos de nuevas centrales también binacionales. Esto permite pensar en dimensiones mayores favoreciendo las economías de escala y la optimización de recursos.